Riesgos en subastas online y judiciales: guía para pujar en subastas del BOE

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Antes de pujar en subastas online, conozca los riesgos inherentes a las subastas judiciales y los embargos. Preparese para participar con seguridad.


Participar en subastas online, especialmente en las de origen judicial y relacionadas con embargos, ofrece indudablemente oportunidades para adquirir bienes a precios potencialmente atractivos. La plataforma de subastas del BOE ha democratizado el acceso a estos procedimientos, abriendo un abanico de posibilidades tanto para inversores experimentados como para particulares.

No obstante, es crucial entender que este tipo de operaciones conllevan una serie de riesgos y desafíos que requieren una preparación adecuada y un conocimiento profundo para evitar inconvenientes. Para quienes se inician en el mundo de las subastas judiciales, informarse es el primer y más importante paso.

Según la experiencia en este ámbito, presentamos los principales riesgos y consideraciones que deben tenerse en cuenta al participar en subastas judiciales:

Limitaciones en la información disponible

Una de las bases para participar con seguridad en una subasta es contar con la máxima información posible sobre el bien. Sin embargo, en muchos procedimientos judiciales, la posibilidad de inspeccionar físicamente el bien (un inmueble o un vehículo) antes de la subasta es limitada o inexistente. La información oficial se reduce a la disponible en el expediente judicial y, en el caso de inmuebles, a la certificación de cargas del Registro de la Propiedad. Esto puede dificultar conocer el estado actual real del bien, sus posibles defectos o necesidades de reparación.

Las subastas judiciales se rigen por procedimientos legales específicos y términos técnicos que pueden resultar complejos para quienes no están familiarizados con el ámbito jurídico. Comprender las normativas aplicables, los plazos, los derechos y obligaciones de los postores es esencial. Una gestión inadecuada del proceso legal puede derivar en la pérdida del bien o en problemas posteriores.

Existencia de cargas y deudas preexistentes

Al adquirir un bien en una subasta judicial derivada de un embargo, el adjudicatario se subroga en las cargas, gravámenes y asientos registrales anteriores al crédito que motivó la subasta, siempre que estas sigan subsistentes. Esto significa que, además del precio de remate, el nuevo propietario podría tener que hacer frente al pago de deudas anteriores asociadas al bien, como impuestos (IBI) o cuotas de comunidad impagadas, e incluso otros embargos previos que no se cancelan con la subasta. Una investigación detallada del estado de cargas es indispensable para comprender qué deudas son prioritarias.

Estado real desconocido del bien

Relacionado con la limitación de información, el bien se adquiere "tal cual" se encuentra. La imposibilidad de realizar una inspección exhaustiva implica el riesgo de encontrar problemas físicos, estructurales o mecánicos no evidentes en la documentación o fotografías. Esto podría implicar costes de reforma o reparación inesperados y significativos.

Presencia de ocupantes

En el caso de inmuebles, existe la posibilidad de que el bien esté ocupado por los antiguos propietarios, inquilinos con contrato vigente u otros ocupantes. La toma de posesión del inmueble puede requerir un proceso judicial de desahucio o lanzamiento, que implica tiempo, trámites legales y costes adicionales.

Competencia y riesgo de sobrepuja

En una subasta online, se compite con otros postores interesados. La dinámica de las pujas puede llevar a que el precio final supere la valoración inicial del comprador, si no se establece y respeta un límite máximo basado en un análisis riguroso del valor de mercado y los costes potenciales. Saber cuánto pujar en subastas del BOE es una estrategia clave.

Necesidad de liquidez inmediata

Generalmente, obtener financiación hipotecaria para adquirir bienes en subastas judiciales presenta dificultades debido a la naturaleza y el estado desconocido de estos bienes. Por lo tanto, se requiere que el adjudicatario disponga de la mayor parte o la totalidad del capital necesario para hacer frente al pago del precio de remate en los plazos establecidos.

Posibles demoras en el proceso

Los trámites posteriores a la adjudicación de la subasta, como el pago, la emisión del testimonio del auto de adjudicación, la inscripción en el Registro de la Propiedad y la toma de posesión, pueden extenderse en el tiempo debido a los procedimientos judiciales y administrativos implicados.

Ausencia de garantías

A diferencia de las compras en el mercado convencional, los bienes adquiridos en subastas judiciales no suelen contar con ningún tipo de garantía. El comprador asume el riesgo sobre el estado y funcionamiento del bien desde el momento de la adquisición.

Conclusión

Participar en subastas online para adquirir bienes procedentes de subastas judiciales y embargos puede ser una estrategia interesante para acceder a oportunidades de compra. Sin embargo, es fundamental abordar el proceso con conocimiento y precaución. Los riesgos mencionados no deben disuadir, sino concienciar sobre la necesidad de una investigación exhaustiva del bien y su situación legal, una adecuada planificación económica y, en muchos casos, el apoyo de asesoramiento profesional especializado en subastas para navegar el proceso con mayor seguridad y minimizar los riesgos inherentes. Una guía para invertir en subastas judiciales y una preparación adecuada es la clave para convertir una oportunidad potencial en una adquisición exitosa.